El otro día fui al supermercado y, al hablar con el de la frutería, no le entendía. Me aparté detrás de la mampara y le dije que si se podía bajar la mascarilla un momento, pero me respondió con un tono que parecía decir que no. A raíz de esto, me di la vuelta y me fui. Sales enfadada y frustrada porque, qué culpa tendré yo de no entenderle.
Este testimonio de Marisa Platón ilustra la nueva normalidad a la que se han tenido que enfrentar personas con patologías de ceguera y sordera. Las recientes medidas han añadido a su día a día nuevos obstáculos a los que, ya de por sí, sufrían anteriormente.
Marisa Platón es una de las muchas personas que ha tenido que adaptarse a estas nuevas condiciones.Era matrona, pero le dieron la invalidez por sordera hace cuatro años a pesar de que quería seguir trabajando.
Marisa Platón explica que en algunas situaciones su déficit de audición supone un problema, “el otro día fui al supermercado y al hablar con el de la frutería no le entendía, yo me aparté detrás de la mampara y le dije que si se podía bajar la mascarilla un momento, pero me respondió con un tono que parecía decir que no se la podía bajar y, a raíz de esto, me di la vuelta y me fui“.
“Sales enfadada y frustrada porque, qué culpa tendré yo de no entenderle”.
Accede a un video de diferentes personas con discapacidad visual y auditiva en el siguiente enlace: testimonios personas con discapacidad visual y auditiva
Para las personas con baja audición el uso de la mascarilla supone todo un impedimento ya que, la mayor parte de los afectados, se apoyan en la lectura labial y en las expresiones faciales para poder sostener una conversación.
Irene González, responsable del programa de familias de la Asociación de Padres y Amigos de Personas con Discapacidad Auditiva de Asturias (APADA), explica que llevan ya un tiempo estudiando las posibles soluciones a este problema, entre las que se encuentra el uso de mascarillas transparentes.
“Las de plástico no son válidas, llevamos dándole vueltas a esto con el ministerio desde el principio, la mayoría de este tipo de mascarillas tienen un hueco trasparente, este hueco es pegado o sellado y por ahí pierden eficacia, el plástico no transpira y además acumula muchas bacterias. Por ello se está desarrollando una nueva mascarilla que es prácticamente transparente y admite hasta 30 lavados, tiene la impermeabilidad necesaria, una eficacia de filtración bacteriana del 95,5% y una efectividad de filtración de partículas de más del 95%”, explica la responsable de la asociación.
Irene González indica que este tipo de mascarillas son necesarias de cara al próximo curso y que, en caso de que se comenzaran a implantar, serían los profesores los que deberían de ponérselas para que aquellos alumnos que tengan problemas auditivos puedan leer los labios de su tutor.“Sin embargo, ponerse esta mascarilla sería totalmente voluntario y aún no hay nada establecido”.
“Se te quitan las ganas de salir, excepto con gente que sabe lo que te pasa” Marisa Platón.
Marisa Platón explica que el hecho de que sean transparentes le facilita mucho la vida pero solo de cara a sus amigos o familiares más cercanos.“Tengo una amiga que la tiene y cuando está conmigo se la pone, sin embargo, yo no puedo ir a la tienda y decirle al frutero: oye ponte esta mascarilla transparente que soy sorda. Para los que tenemos algún tipo de pérdida de audición cuesta mucho estar todo el rato diciendo: es que no te entiendo, ¿te puedes bajar un poco la mascarilla?, es que soy sorda.Se te quitan un poco las ganas de salir, a no ser que sea con gente que sepa lo que te pasa”.
Para Andrés Mayor Lorenzo, presidente de la Asociación Retina Asturias, y su amigo José María Casado, la vida después de la cuarentena tampoco ha sido más fácil, los dos sufren una patología que les impide ver y, mantener las distancias de seguridad, se ha convertido en un reto para ambos.
“Yo soy una persona ciega con un bastón blanco, sin embargo, si no lo llevara no se me reconocería como ciego. La gente enseguida te empuja o te dice cualquier cosa”, explica Andrés Mayor.
La mayor parte de la información acerca de las reglas en la nueva normalidad son visuales, un problema añadido para las personas con baja visión. “Llegas a la cola de una tienda y no sabes si puedes entrar, porque son tiendas pequeñas y por lo general solo puede entrar una persona, suele haber un timbre y no sabes dónde está. Sobre todo, pedimos a las personas que necesitamos de su ayuda. Mantener la distancia de seguridad y seguir todas estas normas es complicado”, explica el presidente de la asociación.
Por su parte, José María Casado cuenta las dificultades que se encontraron esa misma mañana al intentar utilizar el transporte público, “hoy por la mañana fuimos a coger el bus, llegamos a la cola y preguntamos a ver quién era la última persona, entonces ha dicho un señor: yo, pero tiene usted que guardar la distancia. Por la voz hemos calculado donde estaba el hombre y donde nos teníamos que poner, pero se ha movido y se nos han colado cuatro o cinco personas. Además, posteriormente, cuando hemos ido a preguntar la ventanilla en la que estábamos no era”.
“Sin el bastón, la gente enseguida te empuja o te dice cualquier cosa”. Andrés Mayor.
Otros dos problemas se suman al de la distancia de seguridad, el tacto y la nueva reorganización del mobiliario urbano. “Un problema muy gordo que tenemos es que usamos mucho el tacto, entonces tienes que entrar en contacto un montón de cosas que se supone que, ahora, no las tienes que tocar”, explica José María Casado y añade que “desde el final del confinamiento todo está cambiado de sitio, antes nos ayudábamos, por ejemplo, de las referencias de terrazas, pero ahora muchas referencias que teníamos las han quitado y otras las han movido”.
Esta situación deriva en que mucha gente con este tipo de patologías, ya sea sordera o ceguera, no quiera salir a la calle. “Algunas personas han retrocedido en sus tratamientos y, psicológicamente, la situación les ha afectado”, recalca Andrés Mayor.
Fuente de la noticia: diario La Nueva España de Oviedo publicada el martes 25 de agosto 2020.NOTICIA LA NUEVA ESPAÑA