Seguimos hablando de las “nuevas” lentes intraoculares que bloquean parcialmente la luz. Entrecomillo lo de “nuevas” porque ya llevan unos años en el mercado, y el número de personas que las llevan implantadas en los ojos es ya muy grande, la idea de utilizar esta modalidad amarilla de lentes frente a las totalmente transparentes es proteger a la retina de los rayos visibles más energéticos. Suponiendo que de esta manera podemos prevenir o frenar en cierta medida la degeneración macular asociada a la edad.
A lo largo de estos últimos años se han sucedido una multitud de artículos en la bibliografía científica, unos a favor y otros en contra.
Inicialmente se especuló con que el filtro podía mejorar la calidad visual en diferentes aspectos como el deslumbramiento o algunas aberraciones visuales. Algunos estudios iniciales apuntaban esta posibilidad, pero parece que actualmente están descartados.
No hay beneficios demostrados para utilizar las lentes intraoculares amarillas. Tampoco hay perjuicios demostrados por usarlas, aunque quedan algunas incógnitas:
- Faltan estudios para determinar con más claridad que los ritmos circadianos no se ven afectados.
- Comportamiento de estas lentes a largo plazo.
- Aunque en los estudios actuales la pérdida de luz azul es en la práctica poco significativa, el tema está todavía abierto: es razonable pensar que para algunas actividades y determinadas personas, puede haber cambios relevantes en la percepción.
Para más información podeis leer el siguiente artículo: Lentes intraoculares amarillas