El pasado sábado 18 de octubre, la Asociación Retina Navarra, con el patrocinio de General Óptica, celebró su Vigésima Jornada Científica, en el Civivox de Iturrama, a partir de las 10:30 horas.
La Jornada tuvo su apertura con la presencia de Javier Pisón, director comercial de General Óptica, y de Paz Prieto, concejala del Ayuntamiento de Pamplona, quienes destacaron la labor de las asociaciones en beneficio de la salud de la ciudadanía y la labor importante de las empresas en querer avanzar con los pacientes en la búsqueda de soluciones a las limitaciones que la discapacidad visual nos pone en el desarrollo de las actividades diarias.
Dado que las terapias de mantenimiento o recuperación de la función visual las esperamos a medio plazo, hay que resaltar la importancia en el momento actual de los procedimientos de rehabilitación visual que nos aportan las ayudas ópticas y los servicios que se nos ofrecen desde General Óptica.
El Dr. Nicolás Cuenca, uno de los más importantes investigadores a nivel internacional sobre las terapias para mantener o recuperar la visión, fue el plato fuerte con su charla coloquio sobre los avances de presente y futuro en la lucha contra las enfermedades de retina. “En el año 2006, año en el que vine a Pamplona a estas jornadas, no había ningún ensayo con personas y hoy, 8 años después, tenemos ya más de 100 ensayos con personas en busca de una solución que permita mantener la función visual o permita curarla, comenzó el Dr. Cuenca, que continuó “y todos ellos ya han funcionado en las terapias con animales de laboratorio en condiciones similares a las humanas”.
La estrategia para mantener la función visual o recuperarla podemos abordarla desde 4 apartados: los fármacos, la terapia génica, las células madres y la visión artificial.
El aporte de elementos neurotróficos que fortalezcan las células del ojo, el aporte de elementos antioxidantes que destruyan los radicales libres y no permitan el envejecimiento rápido de estas células y el aporte de elementos antiapoptóticos que no desarrollen situaciones de toxicidad que lleven a la muerte de las células de la retina son el campo de las principales investigaciones en el mundo de los fármacos, al igual que la experimentación con todas las técnicas que hagan posible que estos fármacos lleguen al punto necesario de la retina donde han de hacer su función terapéutica.
Más del 80% de las enfermedades de la retina son de origen genético, lo que hace que la terapia génica sea una de las vías más exploradas para la curación de estas limitaciones visuales. En la transmisión de la herencia recibida de nuestros padres, unas veces recibimos genes defectuosos y, otras veces, estos genes se estropean en la misma acción de la transmisión. Desarrollar vehículos capaces de llevar al interior de cada célula los genes sanos que puedan sustituir a los defectuosos y recuperar su buen funcionamiento es el objetivo de este tipo de terapias que intentan curar las enfermedades y que no se vuelvan a transmitir.
Los ensayos más actuales y llamativos son los de las células madres, ya en su formato de células embrionarias o ya como células pluripotenciales inducidas, cuyo objetivo es crear células nuevas y funcionales que puedan sustituir a las que ya están estropeadas en nuestro organismo. Esta terapia se realiza mediante transplantes de células, insertando las células nuevas en los lugares donde ya no hay células funcionales que realicen su tarea en la cadena de acciones que nos llevan a la visión.
Para que las anteriores modalidades terapéuticas puedan tener éxito, nuestros ojos deben mantener gran parte de la estructura funcional del ojo y principalmente la zona de la retina. Pero hay ocasiones en las que la degeneración visual ha llegado tan lejos que no nos queda nada más que apostar por la visión artificial. En estos momentos, hay unas 90 personas en el mundo que llevan este tipo de chips de visión artificial, con resultados esperanzadores cuando avancen más las tecnologías integradoras de imágenes y cuando sepamos reeducar a nuestro cerebro para este tipo nuevo de imágenes y estímulos.
“Con todos estos avances, podemos decir que la esperanza de volver a ver está cada vez más cerca y es cada vez más real”, finalizó el investigador su intervención, jalonada de continuas preguntas y comentarios de las personas asistentes.
Con una intervención conjunta de Javier Pisón y de Paula AAA, profesionales de General Óptica, se inicia la segunda parte de la jornada dedicada a los cuidados que debemos tener con nuestros ojos y a los beneficios de las ayudas que desde la óptica se nos ofrecen. “Es sumamente importante que podamos aprovechar el poco o mucho resto visual que la enfermedad nos permita en cada momento”, afirmaron, “para lo que disponemos de materiales propios de la óptica y otros de uso más común que nos ayudan a sacar más partido a nuestros ojos”.
Disponer de una evaluación bien hecha de cómo funcionan nuestros ojos y cuáles son sus principales limitaciones y defectos es la base para una buena rehabilitación visual y para una adecuada utilización de las herramientas que hagan más eficaz nuestro resto visual.
Defendernos ante los problemas que nos presenta la luz solar y la artificial mediante unos buenos filtros adaptados a nuestra capacidad visual, alejar el malestar de los deslumbramientos y la fotofobia y aumentar el contraste y la definición en nuestra acción de mirar mediante unas lentes bien graduadas y polarizadas, serían las principales conquistas que podríamos hacer con la gran cantidad de ayudas ópticas de que podemos disfrutar hoy en día.
Linternas, atriles, flexos, rejillas de escritura y lectura, rotuladores de distintos tamaños, todo tipo de lupas y sistemas de ampliación de imágenes, telelupas y software de accesibilidad sonoro, al igual que aparatos parlantes y diseños ergonómicos podrán ayudarnos a que realicemos con mejores resultados y menos esfuerzo las actividades de la vida diaria.
“El conocer las ayudas, su utilización y sus cuidados para mantenerlas en buen estado son tareas que los profesionales de la óptica nos enseñarán. La experimentación con ellas antes de su adquisición es una condición necesaria para que estas ayudas sean eficaces y cumplan la función para la que se han diseñado”, fueron algunos de los últimos consejos de los profesionales de General Óptica, cuando nos fueron mostrando los diferentes materiales expuestos en la gran muestra trasladada hasta la sala donde se desarrolló la jornada.
Con la intervención de la Dra. María Antonia Ramos, jefa del Servicio de Genética del complejo hospitalario de Navarra, quien resaltó de nuevo lo bueno de disponer de una asociación para compartir la vida con una discapacidad visual, “sabiendo que tenemos un lugar donde acudir y unas personas que siempre nos van a echar una mano”, finalizó la jornada científica de Retina Navarra.