El hallazgo permite identificar biomarcadores para un diagnóstico precoz y buscar tratamientos para una enfermedad que en estos momentos no tiene cura.
Concepción Vázquez, de 83 años y residente en un centro para la tercera edad de Sevilla, sostiene el retrato de su hijo con sus tres nietos. Pero no los distingue. “No veo bien”, explica mientras intenta enfocar acercándose la fotografía a pocos centímetros de los ojos. Hace 20 años, según relata, comenzó a notar las imágenes borrosas. Con el tiempo fue percibiendo los objetos con tamaños y formas distorsionadas, hasta que empezó a dejar de distinguir algunas zonas y colores. Sufre degeneración macular asociada a la edad (DMAE), una enfermedad que afecta a 17,7 millones de europeos mayores de 50 años y que, según datos de la UE, aumentará en un 50% hasta alcanzar a más de 280 millones de personas en el mundo en 20 años. Un trabajo liderado por el español Miguel Flores-Bellver, investigador principal en CellSight Ocular Stem Cell and Regeneration Program, un centro de la Universidad de Colorado (EE UU), ha conseguido identificar por primera vez algunos de los mecanismos clave por los cuales se podría originar esta enfermedad, una de las principales causas de ceguera en el mundo, y abrir la vía al diagnóstico precoz y a tratamientos, inexistentes para la variante de la patología más común (más del 85% de los casos): la DMAE seca.
Os dejamos el articulo completo en el siguiente enlace
Enhorabuena a este grupo de investigación. Gracias por el esfuerzo realizado