La Navidad está a la vuelta de la esquina, y las calles ya empiezan a llenarse de luces, árboles y decoraciones. En casa también es época de sacar el árbol, mover muebles y llenar todo de detalles navideños. Pero, entre tanto entusiasmo, a veces olvidamos algo importante: ¿qué pasa con las personas con baja visión o ceguera?
En las ciudades, es común que las decoraciones se coloquen sobre líneas podotáctiles o invadan zonas de paso, lo que dificulta la orientación de muchas personas. Una caseta mal colocada o un adorno que ocupa más de la cuenta puede suponer un obstáculo que antes no estaba allí.
Y en casa, cuando cambiamos los muebles de sitio para hacer hueco al árbol o ponemos guirnaldas en zonas de paso, quizá no pensamos en lo complicado que puede volverse moverse con seguridad. Si añadimos luces parpadeantes o muy brillantes, también pueden resultar molestas para quienes tienen sensibilidad visual.
¿Cómo disfrutar de la Navidad pensando un poco en los demás?
- Si colocamos decoraciones en la calle o en espacios públicos, pensemos en no bloquear zonas de tránsito tanto en el suelo como en el aire.
- En casa, avisemos a quienes viven con nosotros de los cambios en la distribución. Mantener los espacios despejados es siempre una buena idea.
- A la hora de elegir luces, mejor optar por las que no deslumbren ni sean demasiado agresivas, hay opciones regulables.
La Navidad es para disfrutarla, pero también para pensar en los demás. Con pequeños gestos podemos hacer que las fiestas sean agradables para todos.