A unos días del Día Internacional del Voluntariado

El 5 de diciembre se celebra el Día Internacional del Voluntariado, y en Acción Visión España queremos aprovechar estos días para reconocer el papel que tiene el voluntariado dentro de nuestra entidad.

En nuestro caso, la Junta Directiva funciona de manera voluntaria. Las personas que la forman dedican tiempo, conocimientos y mucha implicación para que la entidad siga activa y para que podamos responder a las necesidades de quienes conviven con patologías visuales en todo el país.

Además, en los últimos meses se han incorporado nuevas personas voluntarias al equipo. Cada una con perfiles distintos, con formas diferentes de aportar y con muchas ganas de participar. Su llegada nos recuerda que el voluntariado no responde a un único modelo: hay muchas maneras de colaborar y todas son válidas cuando el objetivo es apoyar y mejorar la vida de otras personas.

Para nosotros, contar con personas que deciden dedicar parte de su tiempo a la entidad es algo esencial y profundamente valioso. Ese tiempo sostiene proyectos, facilita tareas que requieren continuidad y permite que Acción Visión España llegue más lejos de lo que podría hacerlo solo con su equipo técnico.

Compartimos también el Manifiesto del Día Internacional del Voluntariado, publicado por la Plataforma del Voluntariado de España, un texto que reafirma el compromiso cívico, la fuerza de la solidaridad y la importancia de una participación responsable y transformadora:

La solidaridad nos construye

En estas fechas en que conmemoramos el valor de la solidaridad en nuestras sociedades occidentales, desde la red del voluntariado queremos insistir en la importancia de promoverla. De impulsar su presencia en nuestra vida diaria, de instaurar una verdadera cultura de la solidaridad en nuestro país.

Desde la Plataforma del Voluntariado creemos en una solidaridad que alienta los derechos humanos, la igualdad entre las personas, independientemente del lugar del que procedan, de su género, sus ingresos, su aspecto, sus capacidades o su orientación. La empatía nos hace iguales en derechos, pero al mismo tiempo abraza la diferencia que existe entre las personas.

Esa misma empatía, que es la esencia del voluntariado, se extiende además hacia un medioambiente que exige acciones, más allá de las buenas palabras. Atañe también a la cultura y a la educación para que promovamos una vida consciente y una ciudadanía sensata, capaz de reflexionar y elegir en libertad.

Hay muchos ámbitos donde ejercer la solidaridad y todos están a un paso. Ese paso es el compromiso individual. Para ello, el voluntariado puede y debe ser fomentado. No sólo depende y está en manos de una red como la nuestra, su impulso también debe ser responsabilidad de las administraciones, de las empresas, de las universidades y de todas las estancias que pueden promoverlo.

Desde la infancia hasta la vejez, la ciudadanía tiene el derecho a elegir el ejercicio de la solidaridad. Por ello, su reconocimiento y su difusión es una tarea que implica a todos los sectores de la sociedad. Es un esfuerzo en el que cada acción suma.

Por otra parte, debemos tomar conciencia del peligro que entraña su ausencia. Fomentar una cultura de la solidaridad es el mejor antídoto contra el egoísmo, la codicia, la soledad no deseada y la desafección hacia quienes son diferentes. La alternativa a no cultivar la empatía propicia actitudes que no construyen nada bueno.

En este día del voluntariado invitamos a toda la ciudadanía a probar un compromiso que transforma y nos transforma.

Hacer voluntariado es cuidar el mundo.

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